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SEPTIEMBRE 19 DÍA DEL TEMBLOR

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SEPTIEMBRE 19 EL DÍA DEL TEMBLOR

Hoy voy a dejar para ustedes la transcripción exacta del programa en spotify; como recordatorio y llamado a al ética, profesionalismo, compromiso y correcta ejecución de nuestros proyectos como filosofía fundamental de nosotros project managers descalzos. es largo el texto.

¿Qué tal? Prestige managers descalzos, ¿Cómo están? Buenos proyectos. Septiembre diecinueve.

Es una fecha importante para nosotros aquí en México, sobre todo para los que vivimos en la ciudad de México. Diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta y cinco fue el día del el temblor, así es como lo hemos ya manejado.

Un temblor verdaderamente devastador, pegó, por supuesto, en otros lugares, pero la Ciudad de México quedó muy golpeada.

Normalmente ustedes saben, en mis programas, en mis podcast con ustedes les platico anécdotas, situaciones que me han pasado, experiencias y vivencias propias para que ustedes las tomen en consideración, puedan absorber estas experiencias y, por medio de ellas, tengan una especie de salto en la parte de lo que ustedes puedan aprender y lo que yo les pueda aportar a ustedes en beneficio de absorber estas experiencias, como les digo, y ya no tengan que llegar a los topes, a darse de topes contra la pared, porque, bueno, pues ya les he explicado las cosas que han pasado y como nosotros como seres humanos somos muy especiales en repetir los errores.

Antes de que ustedes se enfrenten a un problema, ya conozcan lo que ha pasado conmigo, lo que ha pasado en obras y proyectos como project manager, y lo puedan ustedes aplicar. Pero en esta ocasión, sí voy a ser un poquito más íntimo, por decirlo de alguna manera. En esta fecha, para mil novecientos ochenta y cinco, la mayoría de ustedes no habían nacido. Yo ya empezaba mi carrera como project manager. En esa época, el término realmente no se usaba. Había realmente muy, muy poquitas empresas en México que se podían identificar inclusive con el concepto de gerencias de proyectos.

Les llamaban de otra forma, pero estaba muy incipiente toda la todo lo que hemos comentado y que ya se conoce en la actualidad. En fin, en esa fecha yo trabajaba para una empresa en la cual ya empezaba a tener una especie de project management. Llevaba yo dos proyectos en el estado de Veracruz. El estado de Veracruz, en la República Mexicana, está al lado del golfo de México, en el Atlántico.Comento esto porque yo sé que hay mucha gente que me escucha de centro y Sudamérica, lo cual les agradezco muchísimo, y que se ubiquen un poquito en la geografía de de nosotros de aquí del país.

Ese temblor pegó a las siete diecinueve, siete veinte de la mañana, muy fuerte, ocho grados. Causó muchísimos daños, muchos, muchos daños. Inclusive, todavía hay ahorita en el dos mil veinticuatro, prácticamente, para llegar a dos mil veinticinco, todavía quedan edificios con esas cicatrices. Hay, por supuesto, parques en donde había edificios ahora. Hay muchos memoriales. Más de novecientos edificios colapsaron en la Ciudad de México, muchísimos dañados, más de dos mil aparte de los colapsados. Se dice que el número oficial de muertos fue de tres mil muertos. La verdad es que, por lo que me tocó vivir, a partir de ese día, porque tuvimos una réplica al día siguiente de casi ocho grados, de siete y fracción, muy fuerte también, las cifras no oficiales rondan los veinte mil.

Se creó posteriormente a esto lo que conocemos aquí en México como protección civil, ya hay una organización, un organismo que se encarga de podernos ayudar, apoyar en una serie de medidas preventivas que son las mejores para cuando pasan este tipo de cosas. Esta parte de protección civil la tenemos que tomar muy en cuenta, Les platico por qué.

Ese día, ese famoso diecinueve de septiembre de mil novecientos ochenta y cinco, yo tenía un viaje programado, eran los era el inicio de mis vacaciones de ese de ese año. Yo tenía que pasar a la oficina, hacer un par de pendientes todavía que no pude terminar la noche anterior.Me regresé a dormir, al día siguiente programé todo para llegar a la oficina, hacer mis pendientes y de ahí salir al aeropuerto, ya para irme de de vacaciones, con tiempo suficiente, por supuesto, sin problema. No me pregunten por qué, no lo sé. El lo que me despertó no fue la alarma que dejé en el reloj en ese momento, no sonó, no sé por qué, se los repito, no no no conozco la causa, pero me despertó el temblor, eso fue lo que me despertó. Una de mis hermanas ya había salido a trabajar, a una parte cercana al centro de la Ciudad de México. Mi otro hermano ya sí había ido a la escuela. Va a empezar sus vacaciones, bueno, que descanse un poco más, aparentemente ya está de vacaciones, saldrá después al aeropuerto. Ellos no sabían que tenía yo que ir a la oficina. Cuando me despierta el temblor y empiezo a ver las noticias, nos empezamos a dar cuenta, poco a poco, porque la verdad es que fue muy complicado. En ese época los teléfonos celulares, por supuesto, pues no, no existían.

La gente que tenía un teléfono móvil era una gente muy especializada como agencias de noticias, o la gente, por supuesto, con muchísimo dinero, pero no es, por supuesto, nada comparado con lo que se tiene ahorita. Se dañaron muchísimo las comunicaciones, empezaron a llegar poco a poco, para cuando yo ya me empecé a enterar lo que estaba pasando, me vestí lo más rápido que pude para poder llegar a la oficina.En el trayecto con el radio prendido me llamó la atención que no podía yo encontrar varias estaciones de radio de la Ciudad de México. Cuando encontré una que estaba transmitiendo, cuando empiezo a escuchar lo que había pasado. Hablaban del centro del hotel Regis, por supuesto, que fue un tema muy famoso aquí, pero en general se hablaba de la colonia Roma, de la colonia Condesa. La colonia Roma es el barrio donde se encontraba en mi oficina. Empezaron a comentar las calles que estaban lastimadas, muy cerca de nosotros había una escuela muy grande, una escuela pública. Desgraciadamente colapsó, muchos muertos y habían empezado las clases para esa época.

Conforme fui avanzando hacia el centro, precisamente hacia la colonia Roma, empecé a encontrar muchísimo tráfico, muchas ambulancias, demasiado ruido, no pude llegar, por supuesto, en el vehículo, lo estacioné en cuanto me pude estacionar y empecé a caminar hacia la oficina. No sé si ustedes han visto y se han percatado, hay muchas películas de guerra en donde se ven los edificios colapsados después de las explosiones, de los bombardeos, cómo quedaron al día siguiente de los bombardeos. Imagínense eso, así estaba la Ciudad de México, así era, caminabas por las calles y tenías edificios colapsados, edificios a punto de caerse, mucha gente lastimada, mucho polvo, ese polvo gris que, desgraciadamente, también se puso muy de moda después del problema de las torres gemelas, pero ese mismo polvo es el que estaba en el ambiente. Se oían muchas ambulancias, gritos, pero era muy curioso, era era, después de las ambulancias, era un sonido sordo, sordo, sordo era más bien como murmullo, no se oyen gritos, pero era un murmullo muy sordo, muy curioso, muy muy grave el sonido.

Seguí avanzando y me di cuenta realmente de la magnitud, demasiados edificios caídos. Cuando llegué a la calle donde estaba mi oficina, y Diego estaba porque mi sorpresa fue tremenda, cuando llegué exactamente a la esquina donde se encontraba mi oficina eran dos torres de ocho niveles que se habían colapsado. Por supuesto, me quedé impresionado, yo debería de haber estado allá adentro antes de las siete de la mañana para sacar mis pendientes y haber salido al aeropuerto. No los iba a terminar en veinte minutos y salirme, eso ya hubiera sido una anécdota mucho más espectacular que esta, pero no, no fue así. Realmente, gracias a que no escuché el despertador, les puedo platicar esto.

La verdad es que fue muy impresionante lo que lo que vi. Empecé a ver cómo llegaba gente para ayudarnos. Como nos dedicamos a la parte de la construcción teníamos maquinaria en la Ciudad de México. Supe, por otro lado, ya más después, por supuesto, que uno de los dueños de la empresa había recibido el reporte de lo que había pasado, porque desgraciadamente para nosotros nuestro encargado de la limpieza y velador del edificio, que la era el que se encargaba de toda la el mantenimiento del edificio, de esa torre donde estaba nuestra oficina, la la señora, la esposa y las hijas se habían salido más temprano para ir a la escuela, a ellas las agarró el temblor en la calle. Cuando regresan y se dan cuenta de lo que pasa, avisan al dueño de la empresa y él empieza a ver qué puede hacer y, por supuesto, cuando le dijeron cómo estaba, mandó una una máquina, porque le dijeron que estaba colapsado el edificio. Entonces mandó una máquina, porque nuestro velador estaba adentro todavía, estaba atrapado.

Una vez que yo llegué ahí, por supuesto, no les miento, sí se me hizo chiquito el corazón porque no sabía yo lo que estaba pasando, volaban papeles. Al lado de nosotros había una oficina corporativa muy importante, ya había miembros del ejército ahí, sobrevivientes porque había un desayuno en esa en esa corporación y había llegado mucha gente para prepararse, para recibir a los invitados y estaban buscando sobrevivientes. Del lado de la oficina de nosotros, en el otro edificio, pues sabíamos que no que no había nadie porque esas oficinas abrían hasta las nueve de la mañana, normalmente horarios de oficina, y fue ahí cuando me dijeron que estaba el velador de nosotros atrapado. Yo traté de entrar, por supuesto no, no me dejaron, traté de entrar por el sótano.

Hagan de cuenta, imagínense ustedes ocho niveles reducidos a tres y medio, todas las losas colapsadas una encima de otra como como un sándwich y se podía ver por una rendija aparte del sótano del estacionamiento. Cuando llegan los equipos de rescate, me refiero a Cruz Roja, en parte de bomberos, estaban más concentrados en la escuela, como les digo, fue muy, muy trágico eso que pasó en la escuela, en la secundaria. Cuando empezaron a llegar los equipos de rescate es cuando me dicen que que se querían meter, pero, pues, no sabían cómo estaba el edificio.

Ahí sí ya me presenté, les dije, oigan, soy arquitecto, yo trabajo aquí, conozco muy bien el edificio, sé en dónde hay muros que son falsos, sé dónde hay muros de carga, sé dónde hay columnas. Me dicen que hay una gente nosotros atrapada, me gustaría ver si me permiten ayudarlos a guiarlos. Por supuesto, me pusieron lo que me tenían que poner, un casco, un arnés, créanme, no había nada más, y nos pudimos meter por la parte del sótano, donde me dijeron que podía haber estado por la hora. Este señor era en el cubo de elevadores, en el cubo de escaleras, por ahí cercano, el tercer piso. Pudimos romper un par de muros falsos, muros de tabla roca, pudimos avanzar un poco, pero desgraciadamente no llegamos al tercer piso.

En cuanto empezamos a avanzar, lo que pudimos, yo calculo que habremos llegado, si acaso, a las escaleras que comunicaban el primero con el segundo piso, sí pudimos ubicar el cubo de elevadores, pero fue imposible seguir. Me retiré de ahí junto con los cuerpos de seguridad, entonces empezó a trabajar a la inversa, empezamos a trabajar de arriba a abajo, desde la loza de la azotea del octavo piso, hacia abajo en los dos edificios.No les cuento más, desgraciadamente fue prácticamente tres días y medio después, cuatro días y medio después que pudimos rescatar el cuerpo de este señor.

En el edificio de al lado todavía pudimos rescatar a tres o cuatro personas vivas, desgraciadamente quince, dieciséis personas se rescataron los puros cuerpos nada más, pero fue tremendo lo que se trabajaba de día, de noche, veinticuatro horas, la ciudad estaba destrozada. Después de esto, Project Mangers descalzos, les comento todo esto porque hubo una un un tiempo, vamos a llamarlo, de transición.

Todo mundo se preguntaba qué había pasado, por qué había edificios que no se habían caído, por qué había edificios que sí. Hay edificios que se veían muy viejos, que habían soportado el temblor, había edificios nuevos que se habían caído. Empezaron a hacerse muchos análisis, inclusive varios años después, como les comento, pero se empezó a a permear, empezó a salir a la luz. Independientemente de todo esto que les comento, sí se detectaron malas prácticas en peritajes, en una serie de cosas que se tuvieron que hacer para determinar qué había pasado.Técnicamente se analizó el temblor, reverberaciones, fue trepidatorio, duró mucho la intensidad, falló el primer tercio, las estructuras, toda la parte técnica que ustedes me puedan decir.

Dos de las instituciones más importantes que tenemos en México, la Universidad Nacional Autónoma de México, el Instituto Politécnico Nacional, hicieron muchos peritajes, muchos estudios, el colegio de ingenieros, el colegio de arquitectos, mucha gente estuvo involucrada en esto. Pero así desgraciadamente muchas, muchas de estas investigaciones en donde les comento hubo más de veinte mil muertos determinaron que había fallas en la construcción. A raíz de esto, se reforzó el reglamento de construcción, cambió el reglamento de construcción de la Ciudad de México, que es el que prácticamente nos rige en todo el país. Como uno de los resultados Protección Civil forma parte ahora de cada vez que nosotros estamos construyendo aquí en México, tenemos que tener muy en cuenta, cumplir con todos los requisitos de Protección Civil, con todos los requisitos de bomberos, con todos los requisitos de gas.

¿Por qué también es importante que les comente esto Project Managers descalzos? Hace poco les comenté que estuve haciendo una reestructuración de un edificio. Sustituimos un par de trabes con unas columnas de carga por unas vigas, trasladando, por supuesto, las cargas a los muros laterales y a las columnas laterales. En el momento de que se hace toda esta operación de sustitución y empiezo a demoler la columna principal, no les miento, era de una sección de sesenta por sesenta, tres metros y medio de altura, con una alberca en la parte de arriba, o sea, en la loza que sigue una alberca.

Y todos, precisamente, con base en los planos sabíamos que esta era una columna muy importante, entonces lo hicimos con mucho, mucho cuidado, créanme. Los apuntalamientos, bueno, toda la parte preliminar para Y en el momento de atacar la columna para demolerla, nos dimos cuenta que se desmoronaba. Se los estoy diciendo tal cual, hagan de cuenta que le estaba yo pegando a un gis, que estaba yo pegándole a yeso. Se desmoronaba, poníamos los rompedores y se se iban muy rápido. Los paquetes de acero, cuando yo los vi y empezamos a revisar los diámetros, no nos concordaban con columnas de estas secciones. Algo está pasando aquí muy raro, volví a revisar el plano estructural y resulta que los armados de esta columna, por supuesto, no correspondían a los armados que estaban colocados.

Fue lo mismo que pasó en el temblor del ochenta y cinco. Muchos de los edificios colapsados, después de haber hecho los peritajes, se determinó que estructuralmente estaban escasos. Escasos de acero, escasos de las resistencias de los concretos, las secciones, bueno, todo lo que ustedes y yo ya sabemos que pueda pasar para que se caiga un edificio.

Este es un llamado, project managers, project managers descalzos que me escuchan en todo el mundo, por favor, no caigan en estas prácticas. Sé que hay muchas empresas que pueden decir, ¿sabes qué?

Si el concreto dice trescientos cincuenta, pero le ponemos doscientos cincuenta porque es más barato, fíjate que no encontramos varilla de una pulgada, no, no te preocupes, esto no va a cargar mucho, entonces con varilla de, de media la hacemos, no pasa nada.

Oye, la loza por supuesto no quedó de diez, ¿Qué va a pasar?

No, no te preocupes con siete sale, o sea, el concreto aguanta, aguanta todo eso, tú tranquilo. Oye, ¿Dónde compraron la varilla? Tenemos los certificados del acero, ya sabemos que el acero es el el correcto, pasa las especificaciones. El concreto, ya tenemos los resultados de laboratorio, las pruebas a tres, siete, catorce, veintiún días de resistencia del concreto. Cuando estamos construyendo constructoras metálicas, hicimos las pruebas de rayos x, de líquidos penetrantes, se revisó que todo estuviera perfectamente alineado y en orden en cada una de las uniones, me refiero a tornillería, placas, etcétera.

Tenemos que cumplir con las especificaciones, project managers descalzos.

Yo sé que no somos médicos y no todos los días nos estamos enfrentando a casos de vida o muerte, hay literal casos de vida o muerte, pero una negligencia de parte de nosotros y no atender las especificaciones, los alcances, las calidades que calidades que se tienen de un proyecto estructural, y y estructural eso es lo que quiere decir es la estructura, es lo que sostiene, es lo que arma, es el esqueleto de nuestros proyectos, no podemos escatimar ahí.

Créanme, ¿quieren escatimar? No lo hagan, alguien les pide que escatimen algo dentro de un proyecto por cambiar especificaciones, no lo hagan. No vale la pena. Después de esto, no soy el único, muchos arquitectos y muchos ingenieros, compañeros míos, colegas míos, que vivimos en la Ciudad de México esos temblores, que no fue el único, pero ese fue el más devastador. No se presten a este tipo de cosas. Levanten la mano, záfense, hagan una minuta, saquen fotografías, revisen lo que tengan que revisar. Esto es ético. Project managers descalzos, mucho de la filosofía de ser un project manager descalzo es la parte ética. No caigamos en este tipo de cosas, por favor.

Hoy es un día para reflexionar, hoy es un día muy importante para mí en la parte profesional, para mí en la parte personal, por lo que les acabo de comentar, pero si por favor lo quieren ver hasta por el otro lado y se pagó un proyecto estructural, no es para que se ignore, no es para que la experiencia de alguien lo cambie. Oye, es que esto está sobrado, lo No, no está sobrado, está calculado.

Tómenlo muy en cuenta, Project Managers descalzos. Hoy me tomé la libertad de comentar esto, lo hice a propósito con toda, con toda la intención de la fecha. Lo estoy grabando hoy, hoy, septiembre diecinueve.

Esto normalmente los programas los grabo de antemano, reviso, edito, hago muchas cosas con los programas, pero él lo quise hacer así, con esto que está pasando, con esto que acabo de vivir y con esto que revivo, cada diecinueve de septiembre.

Que estén muy bien, project managers descalzos. Nos escuchamos en el siguiente programa.

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